-El día que descubrí quien era y conocí a Elli.


Era una fría mañana de Invierno, si mal no recuerdo, cuando descubrí aquel viejo libro entre las pertenencias de mi difunta madre. Estaba encuadernado con un viejo cuero marrón bastante cuarteado, supongo que por el paso del tiempo.  Al abrirlo algunas de las páginas hicieron un ruido un tanto extraño y alguna de ella incluso cayó. Salí al salón y sentado en una de las cuatro sillas que rodeaban la mesa central empecé a leer algunas de sus páginas. La verdad es que no entendía mucho, estaba escrito en un castellano antiguo y era complicado entender lo que ponía, aunque después de unas cuantas repasadas conseguías entender lo que ponía. El libro más bien parecía un cuento, contaba algo sobre una familia que desde el principio de los tiempos había pertenecido a una vieja organización que se encargaba de cuidar algo llamada ‘’El circulo’’. Resulta que había otra organización llamado ‘’Los Cuervos’’ que querían apoderarse del circulo, y de todo el poder que al parecer poseía. No ponía nada más, lo siguiente que leí, eran recetas de lo que parecían infusiones. Cerré el cuaderno y una página volvió a caer, al recogerla vi que tenía mi nombre.

Querido Jack, si estás leyendo esto es que yo ya no estoy contigo, siento no habértelo contado antes, pero tenía la esperanza de que no tuvieras que enterarte nunca. Dadas las circunstancias he de decirte que pertenecemos a una familia de brujos, nuestro linaje desciende desde los primeros brujos que hubieron allá por el siglo X. Eres la única esperanza de mantener el circulo a salvo. Por favor, no falles. Llama a mi amiga Elli, en mi libreta de direcciones está apuntado su número ella te explicará el resto.
Suerte, besos . Mamá

Me eché hacia atrás, aparté el libro de una patada y lo estuve mirándolo un rato, hasta que me atreví a buscar la libreta de direcciones de mamá y marcar el número de su amiga Ellie. La carta no paraba de darme vueltas por la cabeza y cuando Ellie contestó me quedé callado,  pensando en cómo podría empezar la conversación:

-¿Hola, hay alguien?- preguntaba Ellie desde el otro lado del teléfono.
+S-sí… -dije yo casi susurrando- ¿Eres Ellie, verdad?
-Ellie Colfer, a su servicio –dijo ella amablemente- ¿Qué desea?
+Esto… acabo de leer una carta de mi madre… -contesté con dificultad- y en ella ponía que te llamara, que tú me explicarías todo.
-Claro, ¿Dónde quieres que nos encontremos?
+¿Qué te parece aquí, en mi casa… quiero decir, en casa de mi madre?
-Está bien, en un par de horas estaré allí.

A las dos horas tenía delante de mi puerta una mujer de metro ochenta, pelirroja, y con una gran nariz que me recordaba al pico de un águila. Sus ojos eran pequeños y separados, recuerdo haber leído alguna vez que la gente que tiene los ojos separados tiende a tener alguna deficiencia mental, por lo que no pude evitar reír levemente. Ellie me miró mal y yo disimulé con un pequeño estornudo:

-¿Puedo pasar? – preguntó ella mirándome fijamente a los ojos.
+Claro, pasa.

Me aparté de la puerta, ella pasó y dejo la chaqueta colgada en el perchero que tengo puesto en la esquina del recibidor, parece que conocía la casa porque fue directa al salón.

+Parece que no es la primera vez que vienes por aquí.
-¡Claro que no! –canturreo ella desde el salón.

<<Oh, perdone por haberlo dudado>> pensé al escuchar su grito. Era una persona tan feliz, que incluso me daba asco, me resultaba imposible creer que alguien estuviese tan contento  acabando de entrar a casa de una amiga que murió hace menos de 1 año, sin siquiera hacer una pequeña mueca de lástima o dolor, todo lo contrario una amplia y blanca sonrisa que llegaba de oreja a oreja ocupa su cara. Una idea, una idea bastante tonta me rondó por la cabeza, por un momento pensé que no era la primera vez que ha estado aquí desde… el accidente de mi madre. Era una idea tan estúpida que no merecía ni que siguiera pensando en ella, aun así aún estuvo flotando por mi mente durante un rato. Fui al salón y me senté en una de los sillones verdes tan cómodos que mi abuelo nos regaló hacía un par de años. Ella en cambio se sentó en la silla en la que había estado yo hacia unas horas y ojeaba el libro curiosa, pasó la palma de la mano por el cuero, como si lo acariciara y después poco a poco fue leyendo página tras página, comentando todo aquello que le resultaba más interesante, al cabo de un rato cuando yo ya no sabía si dormirme en el sofá o irme directamente dio la vuelta y me miró:

+Será mejor que empiece pronto, veras… desde hace siglos existe una organización secreta que he velado por que el poder del circulo estuviera en el lugar adecuado, es decir, el nuestro. Lo que pasó fue que allá por el siglo XV un viejo amigo de tus antepasados, corroído por la codicia y la idea de poder que podría conseguirle el circulo formó un clan llamado ‘’Los Cuervos’’  y su único objetivo es conseguir el poder del circulo, sea como sea. Les dará igual tener que matar a quien sea, si saben que eso les acercará más a conseguir su objetivo ¿Lo entiendes?

La pregunta se queda flotando en el aire, aún estaba un poco asombrado. El circulo, poder, antepasados, codicia ¿Hola mundo? Es irónico me recuerda a la típica historia de súper héroe conoce historia y ahora le toca salvar el mundo de un mal que todo lo puede. En fin, supongo que no era tiempo para tonterías.

-¿Sabes? Llevo un día escuchando hablar de ese maravillosos circulo pero donde diantres está? –Le dije a Ellie interrumpiendo el silencio que se había apoderado del salón.

Ella estiró de una cadena que llevaba colgada al cuello, resulta que llevaba el circulo colgado. Era una pequeña esfera azul brillante, en su interior parece haber algo que se movía, me acerqué lentamente, acaricié la superficie suave de la esfera, la miré con detenimiento, como si la estuviera estudiando. Realmente es lo que hacía. Miré a Ellie la cual me acercó el circulo y me lo coloqué sobre la palma de la mano, después me cerró el puño y me hizo prometer que lo cuidaría con mi vida.

-Ellie, no me veo capaz soy un chico de 16 años. Tendría que preocuparme de tener una novia y un grupo de amigos, no de cuidar una esfera mágica con mi vida.

Ella no dice nada al principio, mira su brazo y entonces lo veo. Tiene un trozo del brazo quemado parece que ahí antes había algo tatuado, se ve la tinta arrugada… todo apunta a que ahí antes había tatuado un corazón. Entonces comprendí que ella había perdido a alguien por culpa de este trabajo.  Después me volvió a mirar, su sonrisa había desaparecido tenía los ojos vidriosos y una gota empezó a descender lentamente por su cara.
Un nudo grande y angustioso apareció en mi garganta, se podría decir que incluso sentía pena por ella pero a la vez miedo por lo que me deparaba el futuro, ahora sabía que no era un chico normal, con preocupaciones normales. Ahora sabía que mi futuro no tendría nada que ver con el de los demás chicos de mi clase. Cerré los ojos y apreté la pequeña esfera brillante en mi mano, note como energía que había en el interior de ella rozaba mi mano. De repente el suelo empezó a temblar, se escuchó como los cristales del piso de arriba caían al suelo y comenzaron a escucharse pasos en el piso de arriba, abrí los ojos rápido y vi que Ellie estaba de pie delante de mí con el cuaderno de mi madre en la mano, me arrancó la esfera de las manos y pronuncio unas palabras que no logré entender, una gran luz azul nos absorbió por completo, y cuando quise darme cuenta ya no estaba en casa.

+Bienvenido a tu verdadera casa, Jack.




3 hechizos:

Paco 'EL ESCRITOR' :D (Está muy xula) ^^

 

Esta un poco sacado de el circulo secreto, la saga de Lisa Jane, pero aun asi no esta mal

 

Publicar un comentario